El Parlamento de Italia aprobó en forma definitiva un decreto-ley que cambia las reglas para tramitar la ciudadanía italiana desde el exterior. Esta  genera un fuerte impacto entre miles de argentinos descendientes de italianos.

La nueva legislación, impulsada por el gobierno de Giorgia Meloni, ya está vigente y representa un duro golpe especialmente para bisnietos y tataranietos que esperaban obtener el pasaporte europeo desde Argentina.

Ciudadanía italiana: qué cambia con la nueva ley  66x3l

Hasta ahora, era común que argentinos con algún antepasado pudieran iniciar el trámite de ciudadanía italiana por medio del ius sanguinis desde su país de residencia, principalmente a través de los consulados. 

Pero con esta nueva norma, solo podrán hacerlo desde el exterior los hijos o nietos de italianos que nunca hayan perdido su nacionalidad de origen, es decir, que no se hayan naturalizado como argentinos.

Para las generaciones más lejanas como bisnietos y tataranietos ya no será posible tramitar la ciudadanía desde Argentina bajo las condiciones anteriores. Esta medida busca limitar el uso del pasaporte italiano como simple herramienta de movilidad, y según el canciller Antonio Tajani, "ser italiano no es un juego para poder ir de compras a Miami".

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Pese al endurecimiento del desde el exterior, hay dos alternativas concretas que siguen vigentes para los argentinos que no califican con la nueva ley: tramitar la ciudadanía residiendo en Italia o presentar un recurso judicial en tribunales italianos.

Tramitar la ciudadanía residiendo en Italia: la principal vía legal 6ot4b

La vía más directa hoy para acceder a la ciudadanía italiana es instalarse legalmente en Italia y cumplir con una serie de requisitos:

• Ingresar como turista: los ciudadanos argentinos pueden entrar a Italia por hasta 90 días sin visa.

• Solicitar un permiso de residencia: una vez allí, deberán pedir el permesso di soggiorno, que habilita a residir y trabajar. Se prevé la creación de un Permiso de Residencia Especial (PSR) renovable por dos años, pensado para bisnietos y descendientes más lejanos.

• Vivir en Italia por al menos dos años: esta residencia continua es obligatoria antes de poder iniciar el trámite de ciudadanía.

• Solicitar la naturalización: tras esos dos años, se puede pedir la ciudadanía por naturalización, para lo cual es necesario demostrar integración (trabajo, estudios, etc.) y aprobar un examen de italiano nivel B1. El proceso puede demorar hasta tres años más.

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Vía judicial: iniciar un recurso ante la Justicia italiana 5v5q5t

Otra alternativa que están promoviendo abogados y referentes como Ricardo Merlo (MAIE) y la gestora Belén Rimoldi, es la presentación de un recurso judicial en Italia para reclamar el derecho de ciudadanía por sangre (ius sanguinis). Según ellos, este derecho se adquiere por nacimiento, y por tanto, la ley no debería tener efectos retroactivos.

La vía judicial requiere:

• Contratar un abogado en Italia (o a través de un estudio argentino que actúe en conjunto).

• Firmar un poder legal para representar al solicitante.

• Pagar honorarios y tasas judiciales.

• Iniciar una demanda solicitando el reconocimiento de la ciudadanía.

Varios expertos consideran que esta ley podría ser declarada inconstitucional, por lo que esperan una ola de juicios en los próximos meses.

¿Qué pasa con los trámites ya iniciados de la ciudadanía italiana? 1jnq

Hay incertidumbre sobre los expedientes ya presentados o turnos otorgados antes del 27 de marzo de 2025. En un principio se conoció que se respetarán las condiciones anteriores, incluso si el turno es posterior a esa fecha.

Lo que sí es oficial es que desde el 28 de marzo de 2025 se suspendieron todos los nuevos turnos de ciudadanía a través del sistema Prenotami para gestionar el documento internacional.

Ciudadanía italiana: ¿habrá cambios en el futuro? 6o1f3f

Se prevé que a partir de 2026 los consulados dejen de tramitar ciudadanías y esta tarea pase a una oficina central en Roma. Además, entre 2026 y 2028 podrían habilitarse cupos especiales para descendientes de países con alta inmigración italiana, como Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela, aunque esto aún no está confirmado.

Por el momento, la única vía directa para obtener la ciudadanía italiana siendo bisnieto o tataranieto es residir legalmente en Italia y naturalizarse, cumpliendo con los requisitos de idioma y permanencia.

 En paralelo, la vía judicial se presenta como una opción para quienes buscan defender su derecho por sangre, aunque con un proceso más largo, costoso y sin garantías absolutas de éxito.