Obra pública al mínimo: por qué el Gobierno ningunea la cumbre de constructores 1y353d

Si durante años el cierre de la convención de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) era un escenario habitual para que los sucesivos presidentes hablaran de planes de infraestructura o de la transparencia de los procesos de licitación, la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada tiene como mensaje para el sector simplemente la indiferencia.

Obviamente, luego de una campaña en la que Milei había hablado de la "cámara argentina de la corrupción" y en medio de una gestión que se vanagloria de bajar a "cero" la obra estatal, nadie esperaba la participación del jefe de Estado. El año pasado, sin embargo, había asistido al encuentro el ministro de Economía, Luis Caputo. Pero en la edición 2025 que tendrá lugar este martes 3 de junio en el predio de La Rural, sólo participará por el Poder Ejecutivo el secretario de Obras Públicas, el ingeniero Luis Giovine.

  El presidente de la Camarco, Gustavo Weiss, llegó a estar en la mira del líder libertario durante el 2023, y hasta llegó a ofrecer su renuncia al cargo si eso aceitaba el vínculo. Sin embargo, a poco de la asunción, junto a una comitiva del Grupo de los Seis, el empresario recompuso el trato con el Presidente y hasta quedaron en intercambiar proyectos para lograr financiación privada para obras en marcha.  

De todas maneras, el panorama de la obra pública es desolador. Salvo la culminación de la reversión del Gasoducto Norte, crucial para abastecer de gas esa región del país y reemplazar la importación desde Bolivia donde la producción está menguando, ha habido poco más.

En la cámara enumeran apenas la terminación de una cárcel en Coronda, en Santa Fe, y también algunos trabajos ferroviarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires, sobre todo luego del accidente en el puente de Palermo el año pasado que se produjo por la falta de recambio de cables. Por lo demás, no ha habido ningún desembolso significativo, ni siquiera para el mantenimiento de rutas nacionales. "Cero, nada", responden ante la consulta puntual sobre obras básicas en los caminos más transitados.

Los empresarios de la construcción esperan poder dejarle la inquietud al funcionario que los visitará, que tendrá para exhibir los primeros movimientos del nuevo esquema al que por ahora está apuntando el Gobierno: la concesión de rutas a manos privadas para que las arreglen y luego mantengan a cambio de un peaje que paguen los s. En estas horas está poniéndose en marcha la licitación para la ruta nacional 14 bajo ese sistema, que esperan que sea el primero de otros casos similares.

Pero en la Camarco advierten al Gobierno sobre los límites de esa iniciativa. Según cálculos del sector, apenas un 25% de las rutas nacionales tiene un tráfico tal que permitiría el cobro de un peaje para el contratista. El otro 75% no podría gestionarse en ese esquema porque el nivel de uso no lo hace viable. Es ahí donde o se busca una vía alternativa o quedarán los agujeros en el asfalto.

La parálisis de la obra pública que es celebrada por el Gobierno y una parte del mercado financiero porque permitió junto con el recorte en seguridad social y las transferencias a provincias consolidar la mayor parte del ajuste fiscal sobre el que se asienta el orden macro genera, al mismo tiempo, advertencias por la pérdida de competitividad de los sectores productivos.

La pregunta es simple: ¿es real el equilibrio de las cuentas públicas si se abandona todo mantenimiento de la infraestructura? Una parte de los trabajos está siendo reemplazada en algunos casos por las provincias, que ante la demanda local consiguen financiamiento privado o usan caja propia para hacerse cargo de lo más urgente. El resto queda en el limbo.

"Estamos a nada de que un accidente grave delate el abandono", afirman entre los referentes de la construcción que se darán cita en la Convención. Su voz, que quedó mancillada tras el escándalo por la causa de los Cuadernos sobre los presuntos pagos de sobornos en el kirchnerismo, buscará tener eco en la reunión que se titula "Nuevas oportunidades".

En marzo, la Cámara de la Industria y Comercio de San Lorenzo, Santa Fe, había advertido, al comienzo de la cosecha gruesa, que se aprestaban a salir a la ruta unos 10 mil camiones que simbolizaban la llegada de los dólares que espera siempre toda istración para fortalecer las reservas del Banco Central. Pero al mismo tiempo subrayaba que esa cola de vehículos se daba sobre rutas nacionales y provinciales totalmente arruinadas.

En la Convención intentarán de todas maneras subirse a los nuevos tiempos con es que aborden nuevas alternativas para financiar los emprendimientos. Así, estará Eduardo Engel, director del centro chileno Espacio Público y ex presidente del Consejo Asesor Presidencial para la Productividad de Chile y también Nicolás Pino, presidente del Consejo de Políticas de Infraestructura (I) y de la Sociedad Rural Argentina (SRA). "Debatirán sobre nuevos esquemas de inversión público-privada y alternativas para acelerar el desarrollo", explicó Camarco en un comunicado.

Además de la participación de economistas como Marcos Buscaglia y Martín Redrado, que se referirán al crucial debate sobre la acumulación de reservas, habrá un nombre llamativo para los que no siguen el día a día del sector de cerca: hará una de sus contadas apariciones públicas Damián Manusovich, el ex defensor de San Lorenzo que hace tiempo ya se transformó en un jugador que está a la ofensiva con desarrollos inmobiliarios de porte en la Ciudad de Buenos Aires.  Tras estar en diversos encuentros de real estate, debutará entre los grandes apellidos del mundo de la construcción.